100 Años de Lucha - AIT
- Escrito por: CNT-AIT

No sentimos orgullo sino alegría, ilusión y esperanza. El orgullo es arrogancia y superioridad moral sobre aquellos que no piensan como nosotros. No sentimos honor de pertenecer a la asociación a la que perteneció Rudolf Rocker. Porque nosotros no adoramos a las figuras relevantes, sino que sentimos sana admiración por su compromiso. Valoramos sus aportaciones y criticamos también sus faltas cuando es necesario.
Esforcémonos para que se nos conozca y reconozca por nuestra honestidad. Seamos sinceros con nuestros compañeros y compañeras de trabajo y en nuestras acciones de propaganda. Seamos conscientes de nuestras limitaciones y de nuestras debilidades. No somos perfectos ni tenemos la fuerza que nos gustaría, pero somos auténticos.
Que no se nos olvide nunca, que nosotros no vendemos un producto que se pueda comprar y consumir. Tampoco buscamos nuevas ovejas para nuestro rebaño ni buscamos seguidores para alimentar nuestro ego. Simplemente vivimos y luchamos acorde a nuestras convicciones racionales. Nosotras no prometemos, actuamos.
Los anarcosindicalistas no luchamos por lo que es posible, sino por lo que es justo. No prometemos la venida de la revolución como si fuéramos profetas. Simplemente nos limitamos a demostrar día a día, con nuestra forma de luchar por lo cotidiano, que no necesitamos gobiernos, ni estados, ni leyes, ni dioses para construir unas relaciones sociales justas. Practicando la autogestión y la acción directa damos vida a ese mundo nuevo que llevamos en nuestros corazones.
¡Viva la solidaridad internacional de las trabajadoras!
¡Viva la Asociación Internacional de los Trabajadores!
¡Ni guerra entre pueblos, ni paz entre clases!
¡Muerte al Capital y al Estado!
¡Viva la revolución social!
¡Viva la anarquía!